28 y 29 de agosto de 2006, lunes y martes
En esta ocasión viajamos los hermanos Julián y Paco
López, Antonio P. Vilaplana, Manolo Avi y yo mismo (Juan Olmos). Partimos a las
8,00 de la mañana en un coche alquilado y no paramos hasta Arévalo donde nos
damos un buen homenaje con productos de la tierra; luego, seguido hasta León.
Cogemos cama en el albergue municipal,
que no cierra en toda la noche, y nos vamos a visitar el Hostal de San Marcos por
fuera y también el claustro; devolvemos el coche de alquiler y averiguamos los
horarios de autobuses para mañana hacia Piedrafita. Luego visitamos el albergue
de las Carvajalas en el casco antiguo para conseguir credenciales y, ya que
estamos en el Barrio Húmedo, pues nos tomamos unas cervezas y vinos con sus
correspondientes tapas que nos sirven de cena.
Más tarde nos acercamos a la catedral
y esperamos hasta las 24,00 horas que es cuando se apaga la iluminación externa
y se enciende la interna, pudiéndose así admirar las hermosas cristaleras desde
fuera, aunque nos parece a todos que falta intensidad a la luz siendo el
resultado algo pobre.
El martes no nos levantamos muy tarde,
y tras desayunar en una cafetería, nos dedicamos a visitar León: catedral,
varias iglesias y la Real Colegiata de San Isidoro, donde nos maravillamos con
el panteón de los reyes, cuya cripta mantiene las pinturas originales con
pasajes bíblicos, estando considerada la capilla sixtina del románico.
Continuamos por el museo donde se conserva el cofre en el que se trajeron los
restos de San Isidoro desde Sevilla, y el cáliz que regaló la reina Doña Urraca
a la iglesia por este motivo; también vemos la biblioteca con muchos libros
manuscritos e incunables.
Volvemos al "Húmedo" a
comer y más tarde recogemos las mochilas, tomamos el bus hasta Piedrafita y
desde allí caminamos 4,5 km de subida hasta O'cebreiro, prehistórico y medieval
conjunto de casas de piedra donde aún se conservan algunas pallozas, primitivas viviendas circulares en las que convivían las
personas junto con los animales. En el templo, que no pudimos visitar por ser
tarde y estar cerrado, de estructura prerrománica del siglo IX, se exhibe en su
interior la talla románica del s.XII de Santa María la Real, patrona de la
comarca, así como el Cáliz del Milagro, también del s.XII, junto con el
relicario, donado este último por los Reyes Católicos peregrinos en el año
1484.
Nos ubicamos en el albergue, que está
al otro extremo de la aldea, y tras la ducha, un buen refrigerio con el caldo
gallego de protagonista principal. Luego un paseo por la empedrada calleja bien
abrigados que, aunque es agosto, hace bastante frio, y ya a dormir que mañana
empieza esto en serio.