2.10.13

ALICANTE - LEÓN - O'CEBREIRO



28 y 29 de agosto de 2006, lunes y martes 

          En esta ocasión viajamos los hermanos Julián y Paco López, Antonio P. Vilaplana, Manolo Avi y yo mismo (Juan Olmos). Partimos a las 8,00 de la mañana en un coche alquilado y no paramos hasta Arévalo donde nos damos un buen homenaje con productos de la tierra; luego, seguido hasta León.
          Cogemos cama en el albergue municipal, que no cierra en toda la noche, y nos vamos a visitar el Hostal de San Marcos por fuera y también el claustro; devolvemos el coche de alquiler y averiguamos los horarios de autobuses para mañana hacia Piedrafita. Luego visitamos el albergue de las Carvajalas en el casco antiguo para conseguir credenciales y, ya que estamos en el Barrio Húmedo, pues nos tomamos unas cervezas y vinos con sus correspondientes tapas que nos sirven de cena.
          Más tarde nos acercamos a la catedral y esperamos hasta las 24,00 horas que es cuando se apaga la iluminación externa y se enciende la interna, pudiéndose así admirar las hermosas cristaleras desde fuera, aunque nos parece a todos que falta intensidad a la luz siendo el resultado algo pobre.
          El martes no nos levantamos muy tarde, y tras desayunar en una cafetería, nos dedicamos a visitar León: catedral, varias iglesias y la Real Colegiata de San Isidoro, donde nos maravillamos con el panteón de los reyes, cuya cripta mantiene las pinturas originales con pasajes bíblicos, estando considerada la capilla sixtina del románico. Continuamos por el museo donde se conserva el cofre en el que se trajeron los restos de San Isidoro desde Sevilla, y el cáliz que regaló la reina Doña Urraca a la iglesia por este motivo; también vemos la biblioteca con muchos libros manuscritos e incunables.
          Volvemos al "Húmedo" a comer y más tarde recogemos las mochilas, tomamos el bus hasta Piedrafita y desde allí caminamos 4,5 km de subida hasta O'cebreiro, prehistórico y medieval conjunto de casas de piedra donde aún se conservan algunas pallozas, primitivas viviendas circulares en las que convivían las personas junto con los animales. En el templo, que no pudimos visitar por ser tarde y estar cerrado, de estructura prerrománica del siglo IX, se exhibe en su interior la talla románica del s.XII de Santa María la Real, patrona de la comarca, así como el Cáliz del Milagro, también del s.XII, junto con el relicario, donado este último por los Reyes Católicos peregrinos en el año 1484.
          Nos ubicamos en el albergue, que está al otro extremo de la aldea, y tras la ducha, un buen refrigerio con el caldo gallego de protagonista principal. Luego un paseo por la empedrada calleja bien abrigados que, aunque es agosto, hace bastante frio, y ya a dormir que mañana empieza esto en serio.










O'CEBREIRO - TRIACASTELA


30 de agosto, miércoles 

          Empezamos a caminar a las 7,30 h. tras un buen desayuno. Primero tenemos un buen tramo de carretera y luego subidas y bajadas por caminos varios dejando atrás Liñares, el Alto de San Roque, Hospital de la Condesa y el Padornelo desde donde iniciamos una corta pero durísima subida para alcanzar el Alto del Poio a 1.337 m. de altura (al parecer es el punto más alto del Camino Francés), y aquí toca un descomunal almuerzo que no describo pero se puede imaginar. Recuperadas las fuerzas, emprendemos camino de bajada, que se hace muy pesado, hasta los 660 m. de la sísmica Triacastela, pasando por Fonfría, Viduedo, Filloval, As Pasantes,.....
          Cogemos sitio en el estupendo albergue que hay a la entrada del pueblo, formado por dos edificios paralelos de piedra en medio de una pradera de césped y que tiene habitaciones de cuatro camas, por lo que el último en registrarse, Julián, ha de marcharse a la habitación de al lado. Pero tiene suerte y le tocan como compañeras de cuarto a dos encantadoras holandesas con las que se dedica a practicar inglés, o al menos eso nos dijo. Creo que la suerte de las chicas es más dudosa porque los ronquidos de Julián, como los de todos nosotros, son memorables.
          Tras la ducha y la colada, tomamos unas cañas y damos un paseo por el pueblo relajándonos un rato. Durante la cena confraternizamos con "la peña", un grupo de chavales que más adelante conoceríamos mucho mejor, pero que ya apuntaban modos.
          Lo peor: ¡¡¡ MOSCAS POR TODAS PARTES !!!


 

TRIACASTELA - SÁRRIA


31 de agosto, jueves 

          Se puede elegir entre dos rutas para llegar a Sárria y escogemos la de la derecha, por San Xil, ya que por Samos es más larga y además nos dicen que no se puede visitar el monasterio.
          Mucho camino entre vegetación y aldeas: San Xil, Furela, Pintin, Calvor, ...... y vacas, muchas vacas (y por lo tanto moscas, muchas moscas).  Antonio, Manolo y yo nos confundimos y caminamos un buen rato por la carretera hasta que retomamos el camino correcto y esperamos a Julián y a Paco en el bar Cines degustando el chorizo local acompañado de sidra de grifo tirada como la caña de cerveza.
          El final de la etapa se hace muy pesado por un camino de tierra junto a la carretera, hace muchísimo calor y le saco buen partido al paraguas utilizándolo como sombrilla. A la entrada del pueblo el personal de la oficina de información al peregrino nos orienta dirigiéndonos al albergue, para lo que hemos de cruzar el río y subir tropecientos peldaños.  Tras instalarnos, vamos a comer a una cafetería junto al río y luego a buscar combinación para desplazarnos a Orense donde hemos quedado con nuestro compañero David. Al final no vamos porque no hay transporte y él no puede venir a recogernos.
          Damos una vuelta por el pueblo y nos unimos al grupo de peregrinos que hay frente al albergue, lo que resulta un gran acierto porque hacía mucho tiempo que no me reía tanto y tan a gusto. Se trata de "la peña" que conocimos en la cena de anoche, chicos y chicas jóvenes, y otros no tanto, con los que departimos un buen rato y cenamos: Carmelo (vasco), Antonio (madrileño), los dos Danis (de Barcelona), Victoriano (de Cádiz), Alejandro (valenciano), María (alemana), dos italianos, una polaca, ...... Después de la cena nos preparan en el propio bar una queimada para ayudar a la digestión, y ya nos tuvimos que ir a dormir cuando vino a buscarnos el hospitalero porque tenía que cerrar el albergue, aunque alguno continuó la fiesta dentro y fuera del edificio.








SÁRRIA - PORTOMARIN


1 de septiembre, viernes 

          Salimos de Sárria por su parte alta donde se encontraba la antigua villa medieval, pasando por los lugares que visitamos ayer tarde: los juzgados, que antiguamente era el hospital de San Antonio; el convento de la Magdalena, inicialmente agustino y hoy mercedario; el cementerio, etc., hasta que cruzamos la vía y nos adentramos en los bosques caminando por campos y prados ocupados por vacas y más vacas. Vamos pasando por innumerables aldeas que se repiten una tras otra y a poca distancia entre si: Vilei, Barbadelo, Peruscallo, Lavandeira, Morgade, Ferreiros, Cotarelo y muchas más hasta llegar a Portomarín.
          Atravesamos el puente sobre el río Miño y subimos al pueblo nuevo ya que el primitivo quedó sumergido bajo las aguas del pantano, aunque antes se tuvo cuidado de trasladar piedra a piedra algunos edificios emblemáticos o interesantes, como la iglesia de San Nicolás, templo románico del s.XII; el templo de San Pedro, también románico del mismo siglo; la Casa del Conde (s.XVI) y el palacio de Berbetoros (s.XVII).
          Hay un buen y moderno albergue con una estupenda cocina y salón con mesas corridas aunque carece de menage por lo que es dificil cocinar, así que nos tomamos un buen caldo gallego en un bar y recorremos el pueblo, comentando la posibilidad de acercarnos mañana a Lugo a ver el final de etapa de La Vuelta, pero no nos ponemos de acuerdo y decidimos continuar con el calendario establecido.
          Como no podemos cocinar, compramos vituallas en un supermercado y preparamos una suculenta y variada cena fría en el albergue que compartimos "de sobaquillo" con otros peregrinos, siendo el rato más placentero, ameno y divertido de la jornada.  Tras la sobremesa, a dormir que falta hace.






 

PORTOMARIN - PALAS DO REI


2 de septiembre, sábado 

          Iniciamos la marcha cruzando un estrecho puente sobre un brazo del pantano y emprendemos un camino ascendente durante un par de horas que nos lleva hasta lo alto de la sierra, poco más allá de Ventas de Narón. Como siempre, hemos ido dejando atrás un reguero de aldeas: Toxibo, Castromaior, Hospital, ....., y bosques muy poblados que con la niebla del amanecer y los intentos del sol por penetrar, cobran un aspecto algo tenebroso.  Ahora toca alto en el camino para el típico almuerzo de una hora que ya nos servirá de comida, y donde conocemos a un chaval que viene desde Montserrat haciendo el Camino Catalán.
          Descendemos y de nuevo más aldeas hasta llegar a Vilar de Donas, célebre por tratarse del lugar donde se instalaron en 1184 los caballeros de la Orden Militar de Santiago que se dedicaron a limpiar de bandidos la ruta de los peregrinos. Continuamos hasta alcanzar el Alto del Rosario y ya en bajada arribamos a Palas do Rei (Palatium Regis).
          Nos situamos en el albergue que está en el centro del pueblo, frente al ayuntamiento, y vamos a tomar unas cervezas con Victoriano, el profesor de Cádiz.  Conocemos a Angels, una catalana de Barcelona muy agradable que ha tenido la mala suerte de ir a parar a la misma habitación que todos nosotros. ¡Menudo concierto de vientos varios le espera!. Seguimos dando un paseo por el pueblo y nos encontramos con Carmelo y el resto de "la peña" que nos invitan a unas cañas, luego cenamos en la pulpería que hay junto al albergue viendo un partido de futbol y nos vamos a dormir.
          A la entrada del albergue está Rafael, un personaje singular. Dice haber hecho el Camino 16 veces, lo que parece ser cierto por las referencias que da, con una particularidad: que camina con dos muletas debido a un accidente de moto. Julián y yo nos quedamos charlando con él en la puerta y nos cuenta mil y una anécdotas sobre los diferentes caminos. Al final, nos regala a cada uno un trozo de piedra de la Puerta Santa de la Catedral de Santiago que se abrió el Año Santo Compostelano de 2004, y que él mismo ha ido metiendo en unas pequeñas y rudimentarias urnas de vidrio.




PALAS DO REI - RIBADIXO DE BAIXO


3 de septiembre, domingo 

          Salimos temprano, desayunamos frente al albergue e iniciamos la andadura con un zig-zag contínuo en torno a la carretera. Caminamos por amplios campos de maíz y cereal ya segados, y penetramos en extensos bosques de eucaliptos repoblados que producen una fresca sombra y un ambiente balsámico que ayuda a que vayan desapareciendo las moscas.
          Abandonamos la provincia de Lugo y entramos en la de La Coruña, pasando de nuevo por un buen número de aldeas hasta llegar a Furelos, donde está la iglesia de San Juan, cuyo párroco nos explica su versión del "cristo del brazo caido". Aquí coincidimos con Mateo, un niño suizo de 4 años que con su hermano de la misma edad y sus padres, va haciendo la etapa como un mayor. Es estupendo verles.
          Llegamos a Melide. Como es domingo hay feria y también una concentración de la tercera edad que ha traído a la ciudad a unas 5.000 personas, por lo tanto un inmenso gentío y ambiente de fiesta. Nos detenemos en la pulpería Ezequiel a deleitarnos con su excelente "pulpo da feira" y nos llevamos un imponente susto al atragantarse Antonio con un trozo de chorizo del bocata, menos mal que estaba Julián a su lado y le practica acertadamente la maniobra de Heimlich consiguiendo normalizar la situación.
          Atravesamos el pueblo en fiesta y retomamos la caminata sin Manolo que se queda en una cafetería a ver el partido de baloncesto en el que España se proclamaría campeona del mundo. La ruta nos presenta subidas y bajadas continuas que hacen el trayecto bastante pesado, deteniéndonos en la iglesia de Santiago de Boente a instancias del cura que nos felicita por estar haciendo el Camino y nos da una pequeña charla, nos viene bien el descanso y mejor aún el refrigerio que nos tomamos en el bar de al lado, donde admiramos una fantástica colección de más de 800 gorras todas diferentes.
          Seguimos por terreno ondulado que parece no tener fin y pasamos por Castañeda donde existía una simpática tradición, indudablemente puesta en marcha por algún vivo negociante, que consistía en hacer portar a los peregrinos una piedra de cal para los hornos con la excusa caritativa de que era para las obras de la iglesia, así miles de peregrinos con su piedra lograban abaratar los costos de la fabricación de la cal.
          Tras un montón de cuestas más, llegamos al singular albergue de Ribadixo de Baixo. Se trata de una construcción de piedra en varios módulos situada en medio de un valle junto al río Iso y rodeada de una extensa pradera verde, un fantástico lugar para descansar de verdad y una de las joyas de la corona de los albergues gallegos.
          Después de la colada, la ducha y el baño de algunos en el río, un breve descanso y un tranquilo paseo por el relajante entorno hasta el atardecer.  Luego, nos juntamos toda la peña a cenar en uno de los dos bares que hay en los alrededores, eligiendo el que está en lo alto de una colina y que luego bautizamos como el "bar de las nueve y media", por la insistencia de la camarera en que tenía que marcharse a esa hora. Tras varias graciosas incidencias que hicieron ciertamente divertida la cena, volvemos al albergue donde se improvisa una agradable tertulia a la luz de las estrellas, pero el cansancio no tarda en mandarnos a dormir.










RIBADIXO DE BAIXO - ARCA PEDROUZO


4 de septiembre, lunes 

          Iniciamos la marcha amaneciendo, entre una espesa niebla y el goteo del rocío acumulado en las hojas de los árboles. Lo hacemos por una larga cuesta de 2 kilómetros que nos lleva a Arzúa donde desayunamos.
          Continuamos por un paisaje repetitivo de aldeas, bosques y campos hasta llegar al bar Lino donde hacemos uno de nuestros típicos "almuerzos del peregrino" :  sentada de una hora con bocata descomunal (tortilla con chorizo), abundante Estrella de Galicia, café y chupito, para mantener alta la moral (y sobre todo la tensión arterial y el colesterol).
          Y vuelta a empezar, aunque ahora más lentos porque se ha hecho tarde y el sol aprieta, por lo que vamos encontrando a muchos conocidos descansando o refrescándose. Desde el comienzo del día hemos ido dejando atrás parroquias y aldeas como: As Barrosas, Laberco, Cortobe, Pereiriña, Calzada, Boavista, Salceda, Xen, Santa Irene, Rua, .... hasta, por fin, llegar a Arca. Esta segunda parte de la etapa se ha hecho realmente pesada por el calor.
          Como siempre, tras instalarnos, ducha, colada y un buen descanso y luego, junto con unos cuantos más, paseo por el pueblo y sentada en una terraza a conversar hasta la hora de la cena, que preparamos en comunidad en la cocina del albergue.
          Después de cerrarse las puertas, salimos unos cuantos al porche donde continuamos charlando y nos reímos un montón con las aventuras y proyectos de los dos Danis.



ARCA PEDROUZO - SANTIAGO


5 de septiembre, martes 

          Hoy nos levantamos más pronto y somos más rápidos en el desayuno.  Caminamos deprisa por entre bosques de eucaliptos siendo aún noche cerrada, lo que nos obliga a utilizar linternas para no tropezar, y es que queremos llegar a Santiago antes de las doce del mediodía, hora de la misa del peregrino.
          Pasamos junto a un incendio recién apagado, todavía humeante, bordeamos el aeropuerto de Lavacolla y pronto llegamos a la iglesia de San Roque, descansando unos minutos en sus escaleras. Al poco, pasamos junto a los edificios de la Televisión Gallega y de la TVE y arribamos al Monte do Gozo, llamado así por la emoción que los peregrinos sentían al ver desde lo alto las torres de la catedral.  Aquí se ha construido una ciudad de vacaciones que puede albergar a unas 3.000 personas y que cuenta con restaurantes, cafeterías, tiendas, etc, deteniéndonos en un pequeño kiosco, regentado por una amable anciana, donde tomamos un leve refrigerio, hacemos una foto de recuerdo y reiniciamos raudos la marcha. Son las 11,00 h. y nos quedan 4,5 km, así que toca caminar rápido por las calles que nos llevan a la Plaza del Obradoiro.
          Entramos en la catedral por la Puerta Santa cuando ya ha comenzado la misa que está concelebrando el arzobispo de Munich, y al final se pone en marcha el botafumeiro. Al salir, nos acercamos a la Oficina del Peregrino donde nos expiden la Compostela, luego buscamos alojamiento quedándonos en el Hostal Barbantes, a 50 metros de la catedral, del que ya teníamos referencias por internet, confirmándose las buenas expectativas.   ¡¡Por fin una cama de verdad!! Tras la ducha, nos vamos a comer a Casa Manolo un menú estupendo por calidad, cantidad y precio. Después, café y chupito en una terraza y una corta pero intensa siesta en cama limpia.
          Por la tarde, ya relajados y en plena forma, nos vamos a recorrer paseando esta maravillosa ciudad y hacer algunas compras. A las 22,00 h. nos reunimos toda la "peña" (21 personas) a cenar en Casa Manolo de nuevo, donde las botellas de albariño parece que se evaporan. Después de la tertulia, tomamos unos cuantos cubatas por los bares del centro, intercambiamos direcciones, hacemos fotos y nos despedimos emotivamente de los nuevos amigos a los que recordaremos siempre, aunque no nos volvamos a ver.
          Mañana nos desviaremos a Lugo para visitar sus murallas y desde allí largo viaje hasta "la terreta", pero contentos con la experiencia y ya planificando el próximo viaje, porque seguro que repetimos.